Billie, Mary Alice, Helen y Natalie han trabajado durante cuatro décadas para el Museo, una exclusiva red de asesinos. Sin embargo, ahora las consideran «de la vieja escuela» y, como la tecnología importa más que la inteligencia, ya nadie valora su talento.Cuando las invitan a un crucero para celebrar su jubilación, estas no tardan en darse cuenta de que se han convertido en objetivo de la Junta del Museo, que ha ordenado eliminarla. Es así como las cuatro integrantes del llamado «Proyecto Esfinge» deberán organizarse por su cuenta, confiar las unas en las otras y esperar que el trabajo en equipo sea la clave de su supervivencia.
La Junta está a punto de descubrir de lo que es capaz una señora de armas tomar.
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Una divertida comedia, pasa páginas, donde la experiencia y el ingenio de su profesión de asesinas, hace las delicias del lector.
Tenaz, ingeniosa, y sobre todo, muy real, en el sentido de que aborda sin tapujos las debilidades de la edad madura de la mujer, estando las protagonistas en ese fino tramo de edad en el que asumes tu madurez debido a los años y a los dolores, a la retirada de la menstruación y la llegada de la menopausia con todos los cambios físicos y psicológicos que conlleva.
No se corta con varios temas que a las mujeres nos viene de golpe, el tsunami de la edad, la consciencia de que el tiempo ha volado, que de pronto, se frena y eres consciente de todos esos años y arrugas.
Habla de los dolores óseos, los temidos sofocos, los cambios hormonales y los temidos kilos de más que acompañan tan temida etapa femenina.
A caballo entre el pasado y el presente, narra de forma breve y rápida, el reclutamiento y entreno de estas amazonas asesinas, de estas mujeres entrenadas para matar a escoria.
Y la verdad es que las historias son divertidas.
La naturalidad con la que se toman según qué situaciones, con qué elegancia inglesa abordan asuntos dramáticos y con qué parsimonia propia de los años son amas de sus mentes criminales.
Y el pero que he de poner, es que abarca tantas situaciones y periodos de tiempo, claro es que además son 4 personajes, aunque narrado desde el punto de vista de una principal, que profundiza poco ya sea en la historia o el desarrollo de las acciones (viajes, planes, etc) por lo que si fuera una película, los cortes de plano serían muy bruscos.
Muy bien pensado todo el tema de “la gran oficina”, el centro de mandos, denominado el Museo y el uso gran vocabulario de este mundo para hacer referencia a las distintas secciones y momentos en los que se refiere a los asesinatos y misiones.
Ojalá haya más de estas asesinas con solera, con todos los trucos de la vieja escuela que te hacen abrir los ojos, sonreír y seguir devorando la novela.
